Tu guerra, mi indiferencia

TU GUERRA, MI INDIFERENCIA.

Asistimos, imperturbables, al espectáculo horrible de las barbaridades de una guerra cercana. 

No es nuestra guerra, ni son nuestros hijos…lo único nuestro en todo este asunto es eso, la indiferencia, nuestra indiferencia como personas, como países, como europeos.

Eso sólo debería dolernos, avergonzarnos: asistir indiferentes a todo ello. Debería preocuparnos que apenas despierte en la mayoría algo más que una vaga sensación de algo parecido a la indignación.

Y no, no es preciso ser héroes, ni implicar la vida en ello. Tal vez tan sólo se trate de hacerlo un poco nuestro y mover un dedo, tenemos diez… cada quien decida cuál y cómo.